No sabe…
el invierno que
habita en la ventana
que el desierto de mis labios
espera la tormenta
de tus besos
para calmar su
sed.
Que mis dedos,
ávidos de ti,
desnudan tu
espalda
recorren el
territorio de tu placer.
Que se disuelven
las brumas del ayer
cuando me lluevo
en tu mirada
y me duermo en la playa de tu piel.
No sabe…
del silencio que,
en su pacto,
rompen nuestros
cuerpos, el verbo que los incendia
el latido que los
funde.
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C.Lucía ©
¡Qué bueno que publicaste! :) Y como siempre se admira la mirada y se enciende sublime el sentimiento. Porque es bello lo que escribes...
ResponderEliminarTe dejo un "trufipoema" (por llamar de alguna manera a mis raquíticos versos) que he improvisado. Quédate más con el fondo que con la forma.
Ni sabe…
del viento feroz
que desata el sentimiento…
Ni sabe…
del pesado cetro
de amar sin comedimiento…
Ni sabe…
de la sentencia inapelable
de ser amoroso reo…
Solo sabe de vivir y amar…
de servir a su propio destino…
de soñar mares y cielos…
de curar profundas heridas
y entregarse a renovados sueños…
Un gran abrazo y siempre mi cariño...
A veces pienso que son demasiadas las cosas que nos pasan por dentro, demasiados los sentimientos que mantenemos mudos y que sólo a través de los versos afloran y toman cuerpo, aunque quizá, nunca lleguen a su destino verdadero, demasiado lo que callamos y tan poco lo que decimos.
ResponderEliminarOjalá que a través de estos versos tuyos, el invierno sepa...
Besos
Un placer leerte de nuevo, Lucía. Bello, elegante y bellísimo poema, amiga.
ResponderEliminarFelicidades y besos. María
Es increiblemente hermoso todo lo que dices. Ayyy niña, siempre me dejas un suspiro en la garganta y un pellizco en el alma.
ResponderEliminarBesicos muchos tierna mujer.
¡Ay, señor! Emilio un ¿trufipoema? pues yo quiero leerte muchos "trufipoemas" como este.¡Precioso!.
ResponderEliminarGracias mi querido amigo, gracias por adornar mis letras con las tuyas, por vestirlas de gala con tus versos.
Un abrazo grande y mi cariño siempre:)
Ojalá, mi querida Narci,el invierno sepa, sí.
ResponderEliminarLlevas toda la razón ¡callamos tanto! que el invierno donde se asienta es en nuestra voz...¡tantas veces!
Besos grandes dichos en voz alta y clara, amiga.
Muchas gracias María, es un elogio, si viene de ti, que mires así mis letras.
ResponderEliminarMontones de besos.
Mi querida maga del relato, mi querida Nani, un beso grande para ese suspiro y ese pellizco en el corazón:)
ResponderEliminar¡Gracias maestra!
Aquí hay muchas notas que tomar.
ResponderEliminarMe fascina tu forma de describir el sentimiento, va más allá de los símbolos.
Esto ha sido como una ola, que llega cuando más lo necesitas y se vacía para ti.
Un beso grande, amiga.
Neli.
Nadie describe sentimientos como tú, querida Lucía.
ResponderEliminarCada verso envuelve y remueve hasta el último resquicio y aflora la emoción y la ternura.
¡Eres grande, mi niña!
Y volverá la primavera a esa ventana y la luz y el color y la alegría y todo lo bueno que mereces...
¡Cariños varios a repartir!
¡Ay Neli, corazón! la ola más grande, para mí, es tenerte otra vez cerquita, a un paso del corazón mi querida amiga.
ResponderEliminarMontones de besos, mi niña, montones y muy grandes!!
Bueno, Juglar, ya si que estoy con el rojo total...;)) pero muy contenta y muy agradecida por tus palabras y tu cariño, amiga.
ResponderEliminarCariños varios que no pienso repartir...jejeje.
Amigos, una nueva recaída en la bronquitis me ha mantenido alejada. Lo siento.
ResponderEliminarBesazos!!
Y qué tiene que saber nada ni nadie? :)
ResponderEliminarBellisimo.
Un abrazo enorme mi Lucía.
Pues eso digo yo...jajaja
ResponderEliminarUn abrazo cálido de esos que llegan hasta el corazón.)