Camino con la
sombra de la soledad
cosida a mi
costado por calles desiertas
con nombre de
tango.
A veces –
compasiva – gira y gira a mi alrededor
y me recita al oído aquel poema que escribiste
para mi
con la tinta indestructible de tus manos.
A veces –
misericorde – sube hasta mi boca
y me da a beber del eco de tu voz, del miel de
tu mirada.
Dulce elixir que me abrasa y me llena los labios de
añoranza
A veces –
silenciosa – dirige sus pasos y los míos
a un rincón del
Café de Rick y allí
llora junto a mí
cuando suena la melodía
que nunca
escucharemos juntos.
copyright C.Lucía ©
Buelves con fuerza Lucía. Está lleno de melancolía este poema. Es muy bonito. Bienvenida guapa.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Bienhallada, mi dulce Nani. Gracias siempre, amiga.
EliminarMuchos besicos.-)
Precioso poema, son inspiradores tus poemas, casi podría seguir su estela entre versos imaginados.
ResponderEliminarBesos. :-)
La estela a seguir son tus versos, tu poesía querido amigo :-)
EliminarBesos grandesss!
¡Y cuántas veces la soledad hace de su compañía nuestra sombra! Tus versos están cuajados de belleza... La belleza del sentir... La belleza del decir... Y aún siendo admirables las dos, yo me quedo con la primera, Lucía, pues define la luminosidad de tu ser, siendo siempre la segunda deudora de la primera, sin la cual no puede existir.
ResponderEliminarUn placer visitarte. Un verdadero placer volverte a leer. Las ausencias, tengan razón o no, solo son paréntesis que no alejan. Al contrario, acercan más aún.
Todo mi cariño y un fuerte abrazo.
¡ Tantas veces, mi querido Emilio, es nuestra compañera esa sombra...!
EliminarLlevas toda la razón, las ausencias nunca son ausencias si el corazón vive en un continuo presente. Los amigos, los de verdad, siempre son presente.
Un abrazo grande y mi cariño,siempre, amigo mío.
Se te echa en falta... :(
EliminarUn poema bellisimo, con la sensibilidad de los grandes, de los que piensan e interiorizan lo que la vida, en cada momento les da, lo que su alma intuye.
ResponderEliminarGracias por plasmar en tu poema la grandeza de tu alma.
Miles de besos
Gracias a ti, Candi,por tus hermosas palabras y por ser una de la lucecitas que acompañan es alma a la que te refieres y que sin vosotros, mis queridos amigos, no brillaría...
EliminarMontones de besos de esos míos...de algodón...:-) Te quiero. amiga.
Hola Rubén, me paso en cuanto pueda y nucha suerte con ese proyecto.
ResponderEliminarUn saludo.
La sensibilidad está cosida a tu costado. De ella se desprenden los sentimientos que en palabras nos traduce y tanto emocionan.
ResponderEliminarArrancan un gemido, un suspiro, un halo de melancolía y un olé por tu arte, Lucía.
Me has emocionado.
Muchos besos para ti, en este vuelo express.
Esa sensibilidad de la que hablas, amiga, también va cosida a tu costado y en mayor medida:-)
EliminarGracias por esa emoción. Besos grandes de corazón a corazón, Neli.
No siempre la soledad es buena compañera, sobre todo cuando viene cargada de nostalgias y despertando anhelos que estaban dormidos.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Besos
Así es, Narci. la soledad que no se busca no es buena compañera, no.
EliminarGracias, amiga. Besos.
Sabemos de soledades, ¡ya lo creo! y también de cuánto crecemos en su compañía.
ResponderEliminarLeo tus versos y podrían ser los míos.
(A veces siento la certeza de hilos que nos unen a través de las huellas)
Cariños varios a montones.
(No estás tan sola)
Quiza, querida Juglar, mis versos pueden ser tuyos porque a veces existen hilos invisibles entre los corazones...
EliminarCariños varios, amiga.
Cuando la soledad no es elegida... duele tanto...
ResponderEliminar:*
Así es. Besazoss!
EliminarEsa soledad extraña que a la vez es compañía. Esa dulce y aún así dolorosa nostalgia.
ResponderEliminarBesos
Mil besos Trini. Gracias, niña.
EliminarMuy bello, un abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias, Amapola. Abrazos!
EliminarVersos intimistas cargados de silencios que arrullan y nos recuerdan que vamos dejando huellas, pasos que abrazan y nos recuerdan un camino ya recorrido. Un gusto leerte. un abrazo fuerte.
ResponderEliminarMuy hermoso, lo he vuelto a releer¡
ResponderEliminarBesos Lucía, Feliz semana¡
Exquisitamente bello, amiga mía. Un abrazo. María
ResponderEliminarEl problema sea quizás que el café de Rick era un lugar ficticio... y el final también se diluya en la niebla de un aeropuerto...
ResponderEliminarBss
Menos mal que es sólo " a veces" ...
ResponderEliminarUn abrazo inmenso como el mar.
Pense que habias vuelto a escribir Lucia....
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