Llueve… llueve
sobre los latidos agónicos
que marcan mi
corazón,
tu ausencia me
viste de luto el alma.
Hay un sollozo en
mi pecho diciendo...
Ven… ven..., mi amor,
a incendiar de deseo la noche
mi piel te añora
mis sueños te
reclaman
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C. Lucía.
Llueve y las gotas salpican la melancolía entre sueños y nostalgias, los recuerdos se agolpan.
ResponderEliminarPreciosos versos, mi querida C. Lucía, es una placer estar aquí, leyéndote entre la lluvia, aunque sean nostálgicos tus versos, son preciosos.
Un beso muy grande.
Muchas gracias, mi dulce María. Tener tus huellas cerquita reconfortan las mías.
EliminarUn beso enorme!!
¡Cuánta añoranza en tus versos! El corazón no se cansa de llamar y alguna vez es escuchado.
ResponderEliminarUn abrazo, Lucía.
El corazón nunca se rinde Fanny.
EliminarUn abrazo inmensamente cálido.
La añoranza es un sentimiento que todos, en algún momento, hemos sentido.
ResponderEliminarEn ocasiones nos alejamos nosotros sin quererlo realmente, y tal vez cuando menos merezcamos ese acercamiento es cuando más lo necesitamos, ¿verdad?
Todo llega y entonces los sollozos tristes y el vacío desaparecen.
Besos voladores, Lucía, derechitos hacia ti.
Me has dicho una enorme verdad, mi querida Neli. Pensamos tantas veces lo mismo tú y yo...
EliminarBesos y más besos derechitos a tu hermoso corazón, amiga.
Hay lluvias que agrietan en cambio de calmar. Solo el tiempo suavisa un gran amor... Ojala encuentres la lluvia que calme. Besitos Lucia
ResponderEliminarSi esas lluvias no calmam, Demian, al menos suavizan.
EliminarBesos para ti.
...Pero la lluvia sigue cayendo y arrastra los besos que no enraizaron en nuestros labios.A la deriva el aliento.
ResponderEliminarbss
A la deriva...
ResponderEliminarMuchas gracias, De barro y luz. Un beso.
La lluvia, tan esperada como romántica en su melancólica llegada. Besos
ResponderEliminarGacias,Carver. Un beso grande.
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